La situación en Gaza es crítica, con padres llevando a sus hijos fallecidos como un silencioso grito de auxilio. En 24 horas, la falta de alimentos ha causado la muerte de 15 personas, incluyendo cuatro menores, elevando el total a 101 fallecidos debido a la creciente hambruna exacerbada por el bloqueo israelí. Los números son alarmantes: las muertes desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023 superan las 59,100, con cientos de palestinos asesinados alrededor de zonas de distribución de alimentos. La comunidad internacional ha permanecido en gran parte en silencio, a pesar de los llamamientos de las principales autoridades cristianas en Tierra Santa que califican la situación de “moralmente inaceptable”.
Mientras el Ejército israelí intensifica sus ataques, incluidos los realizados en instalaciones de la OMS en Deir al Balah, los palestinos luchan por sobrevivir entre la destrucción y las privaciones. Las fuerzas israelíes han irrumpido en instalaciones humanitarias, deteniendo y registrando a sospechosos bajo acusaciones no justificadas de terrorismo. Los líderes cristianos, como los patriarcas Pierbattista Pizzaballa y Teófilo III, han condenado estos actos, reiterando su compromiso de apoyo incondicional a las comunidades palestinas. En un llamado desesperado, enfatizan la resistencia y dignidad de un pueblo que se niega a extinguirse, enfrentando la guerra con notable humanidad y fortaleza, a la espera de una respuesta internacional más activa para detener el sufrimiento.
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