Argentina enfrenta graves turbulencias financieras mientras el riesgo país, medido por JP Morgan, se dispara a 1.453 puntos básicos, reflejando la pérdida de confianza en el gobierno de Javier Milei para implementar el ajuste fiscal necesario para cumplir con compromisos externos. Desde el inicio del año, este índice ha aumentado significativamente, y los bonos en moneda extranjera sufrieron caídas del 14% el jueves. El Banco Central intervino en el mercado de cambios, vendiendo 379 millones de dólares para contener el tipo de cambio, que alcanzó el techo de la banda de flotación establecida. A pesar de las intervenciones, el dólar continuó encareciéndose, exacerbando la preocupación en los mercados.
La situación se complica aún más debido a la reciente derrota del partido de Milei ante el peronismo en Buenos Aires, lo que plantea dudas sobre la capacidad del gobierno para ganar las elecciones nacionales en octubre. Las tensiones políticas se suman a las económicas, con el rechazo del Congreso a varios vetos presidenciales. Argentina enfrenta vencimientos de deuda significativos y carece de acceso al crédito externo, lo que agrava la incertidumbre. El Banco Central tiene reservas limitadas, y la estrategia contra la inflación, que incluye altas tasas de interés, amenaza con impactar la actividad económica. El PIB cayó un 0,1% en el segundo trimestre de 2025, apuntando a una posible recesión si la situación no mejora.
Leer noticia completa en El Pais.