La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha alertado sobre la creciente irregularidad y extremismo en el ciclo del agua a nivel global, señalando fluctuaciones que oscilan entre precipitaciones intensas y períodos de sequía. Este fenómeno ha tenido efectos devastadores en diversas regiones del mundo, como en España, donde en 2024 se pasó de una grave sequía a una catastrófica gota fría en la Comunidad Valenciana, resultando en más de 230 víctimas mortales y pérdidas económicas de 17.500 millones de euros. Este evento representó el 70% de las muertes por inundaciones en Europa durante ese año, según el informe basado en datos de servicios meteorológicos de 60 países.
El estudio de la OMM también destaca que solo un tercio de las cuencas hidrográficas del planeta exhibieron condiciones normales en 2024. En América del Sur y África Meridional, ríos clave experimentaron caudales por debajo de lo normal, mientras que África Occidental y partes de Europa y Asia sufrieron crecidas. Además, la pérdida de masa glaciar continuó por tercer año consecutivo, alcanzando 450 gigatoneladas. La OMM subraya la presión sobre las aguas subterráneas debido a la extracción excesiva, advirtiendo que solo el 38% de los pozos monitoreados presentaron niveles normales. La secretaria general Celeste Saulo resaltó la necesidad urgente de mejorar el intercambio de datos hídricos, enfatizando que la falta de información precisa podría llevar a decisiones erróneas.
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