El inicio de la semana en mercados asiáticos ha estado marcado por un pánico casi tangible, derivado de las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Tras el deterioro del viernes en Wall Street y Europa, este lunes los índices asiáticos profundizaron su caída debido a los aranceles recíprocos que Washington y Pekín se lanzaron.
El índice Nikkei 225 de Tokio experimentó un descenso del 6,9% en una jornada que evocó los peores días de la pandemia. Aún más severo fue el impacto en Hong Kong, donde el Hang Seng se desplomó un 11%, y el Shanghai Composite cayó un 7,55%.
El impacto no se limitó a los mercados de China y Japón. En Corea del Sur, el Kospi retrocedió un 4,74% y el Kosdaq un 4,01%. Australia también resultó afectada, con el S&P/ASX 200 perdiendo un 3,87%. En India, el BSE Sensex y el Nifty 50 cayeron un 5,29% y un 3,85% respectivamente.
Toda esta agitación bursátil es el resultado del endurecimiento de las políticas comerciales impulsadas por el expresidente Donald Trump, quien la semana pasada anunció un aumento arancelario del 34% sobre las importaciones de países con los que EE. UU. afronta un déficit comercial, incluyendo China. Pekín no tardó en replicar con medidas equivalentes contra las importaciones estadounidenses.
La ansiedad en los mercados es palpable. Wall Street culminó su peor semana desde 2020, arrastrando caídas del 10,02% en el Nasdaq, 9,08% en el S&P 500 y 7,86% en el Dow Jones. En la última sesión semanal, los descensos fueron del 5,82%, 5,97% y 5,50% respectivamente.
Lejos de suavizarse durante el fin de semana, Trump reafirmó su postura agresiva: “No vamos a permitir que ningún país mantenga un déficit comercial con Estados Unidos, porque déficit significa pérdida”. Sus asesores económicos insisten en que no hay riesgo de inflación o recesión, y que los aranceles persistirán independientemente de las reacciones del mercado.
Para el lunes, los futuros en Estados Unidos anticipan una apertura bajista, con proyecciones de caídas entre el 2,5% y el 4%. Adicionalmente, la inestabilidad ha salpicado al petróleo: el crudo Brent se deprecia más de un 2%, quedando en 64,08 dólares por barril, mientras el WTI estadounidense desciende a 60,53 dólares.
Ante la turbulencia, algunos analistas destacan la importancia de mantener liquidez, como lo han hecho inversionistas de la talla de Warren Buffett. “No se trata de adivinar el fondo del mercado, sino de tener la pólvora seca para cuando el miedo se disipe”, advierten desde varias gestoras de inversión.
Los mercados enfrentan una semana de alta volatilidad, con los ojos puestos en posibles reacciones de los bancos centrales, las autoridades chinas y la publicación de datos macroeconómicos en los próximos días. Por el momento, desde Washington el mensaje es contundente: no habrá marcha atrás.