El pasado junio se destacó como el mes más exitoso para las exportaciones catalanas en lo que va del año, marcando un crecimiento interanual del 7,2% en el valor de los productos exportados, según datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Este incremento se produjo en un contexto marcado por la incertidumbre respecto a los aranceles impuestos por Donald Trump, que entraron en vigor en agosto. El sector químico tuvo un papel predominante, mientras que el crecimiento del primer semestre fue más modesto, con un 1,4%, reflejando una tendencia iniciada el año previo. Cataluña se mantiene como el motor exportador de España, representando el 26,7% del total nacional, aunque las cifras sugieren un cierto estancamiento debido al cambio en los flujos de demanda, con un retorno al protagonismo del consumo interno y la inversión.
A pesar del impulso exportador, las tensiones comerciales globales, especialmente la guerra comercial con Estados Unidos, continúan siendo un desafío. En abril, se estimó que los aranceles de EE.UU. podrían impactar negativamente en las más de 3.100 empresas exportadoras catalanas, con un efecto económico calculado en 4.351 millones de euros. La Cámara de Comercio de Barcelona anticipa un crecimiento económico del 2,6% para este año, con un giro hacia el consumo privado y la inversión como los motores principales del crecimiento, desplazando así la dependencia de las exportaciones. El sector químico lidera las exportaciones, seguido por los bienes de equipo, alimentos, bebidas y tabaco, y la automoción, aunque en junio Cataluña presentó un déficit comercial de 674,9 millones de euros, con la mayoría de sus ventas dirigidas a la Unión Europea.
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