En un clima de creciente tensión en Oriente Próximo, la posibilidad de un ataque israelí contra Irán está captando la atención internacional. Fuentes estadounidenses y europeas sugieren que Israel se prepara para una ofensiva inminente, mientras que el gobierno de Donald Trump ha tomado medidas preventivas evacuando personal no esencial de sus embajadas en la región. A pesar de que Trump reconoce el derecho de Israel a actuar, enfatiza un posible acuerdo si Irán muestra flexibilidad en las negociaciones nucleares. La situación se complica justo antes de una importante ronda de conversaciones sobre armamento nuclear entre Washington y Teherán, programada en Mascate, Omán.
La respuesta de Irán, encabezada por el ministro de Defensa Aziz Nasirzadeh, ha sido contundente, prometiendo represalias inmediatas contra intereses estadounidenses si su nación es atacada. Paralelamente, el líder de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, asegura que las fuerzas iraníes están preparadas para enfrentar cualquier agresión. En medio de estas amenazas, el Organismo Internacional de la Energía Atómica ha criticado a Irán por incumplir sus obligaciones de no proliferación, intensificando las preocupaciones sobre un potencial desarrollo de armas nucleares. La comunidad internacional observa con preocupación mientras las tensiones escalan, agravadas por las recientes acciones militares de ambos países y el posible impacto sobre la estabilidad regional.
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