Estados Unidos ha expresado su descontento con la actual gestión de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza por parte de Israel, señalando que las acciones del país no son suficientes para mejorar la situación. En una reciente conversación telefónica, el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, transmitió al ministro israelí de Defensa saliente, Yoav Gallant, la urgencia de adoptar medidas más efectivas. Según la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, la situación en Gaza sigue siendo crítica, ya que apenas 990 camiones de ayuda humanitaria lograron ingresar al enclave en octubre, el número más bajo registrado este año. Aunque Gallant mostró disposición a permitir el acceso de ayuda, las autoridades estadounidenses insisten en la necesidad de abrir más puntos de entrada para garantizar la llegada de recursos esenciales.
El intercambio entre Austin y Gallant se produjo en un contexto donde miles de palés con suministros, que incluyen alimentos, agua y material sanitario, fueron desembarcados en el puerto de Asdod, esperando ser transportados a Gaza. No obstante, organismos como la agencia de la ONU para los refugiados palestinos y Médicos Sin Fronteras han alertado sobre la insuficiencia del material ingresado y los desafíos logísticos que enfrentan debido a la infraestructura dañada y las tensiones en la región. En una carta enviada a las autoridades israelíes, funcionarios estadounidenses como el secretario de Estado, Antony Blinken, han dejado claro que el continuo apoyo militar a Israel está condicionado a la mejora en la provisión de asistencia humanitaria a Gaza, instando a un aumento significativo de los esfuerzos en el corto plazo.
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