El Parlamento catalán ha iniciado una cuenta atrás crucial para definir posibles alianzas antes del 31 de julio, un plazo que parece inalcanzable según fuentes de Esquerra Republicana. El procedimiento simula un debate de investidura, evitándose votaciones para no comprometer a los candidatos en futuras negociaciones. La tensión es palpable: Junts per Catalunya aboga por un pacto independentista mientras que el PSC, liderado por Salvador Illa, se muestra cauto para no torpedear posibles acuerdos. Con la habilitación de las dos primeras semanas de agosto para trabajar, los parlamentarios deberán posponer sus vacaciones en un clima de alta incertidumbre política.
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