En su tradicional mensaje de Nochebuena, el Rey Felipe VI se dirigió a la nación con un discurso cargado de empatía y clarividencia sobre los desafíos actuales en España. Comenzó recordando la tragedia causada por la DANA el 29 de octubre, que resultó en la pérdida de más de 230 vidas y afectó a casi 800,000 personas. Con palabras de dolor y ánimo, destacó la importancia de la solidaridad abrumadora manifestada por ciudadanos e instituciones, que trabajaron incansablemente para la recuperación de los afectados. Este evento sirvió como un recordatorio de la fuerza colectiva que puede surgir en tiempos de crisis, subrayando la solidaridad y la humanidad como pilares esenciales para avanzar en la sociedad actual.
Felipe VI también abordó cuestiones políticas y sociales, enfatizando la necesidad de proteger y reforzar el bien común pese a las discrepancias. Recalcó que la diversidad de opiniones es legítima y necesaria en una democracia, pero advirtió contra el riesgo de que esta pluralidad derive en la negación del espacio compartido. Al tratar el tema de la inmigración, el rey subrayó la importancia de la coordinación europea, y respecto a la escasez de viviendas, especialmente preocupante para los jóvenes, llamó a explorar soluciones para garantizar condiciones asequibles. En el ámbito internacional, describió un panorama cambiante y desafiante, donde se cuestionan los derechos humanos y la democracia. Concluyó su mensaje evocando la Constitución de 1978 como garante de estabilidad y progreso, y subrayó la necesidad de que la solidaridad continúe siendo un objetivo fundamental para el futuro inmediato.
Leer noticia completa en 20minutos.