En un mundo donde las tendencias de moda cambian de manera vertiginosa, el concepto del armario cápsula cobra fuerza como una solución práctica y sostenible. Este enfoque se centra en la selección meticulosa de un reducido número de prendas básicas, pero muy combinables, que permiten crear múltiples estilismos para diferentes ocasiones. La idea es invertir en piezas atemporales y de calidad, en lugar de acumular ropa que simplemente siga las modas estacionales. Entre los elementos esenciales para un armario cápsula de otoño destacan prendas como la gabardina larga, la camisa blanca clásica, y un par de pantalones vaqueros bien ajustados.
La versatilidad y elegancia de cada pieza son claves, asegurando que cada combinación sea un acierto sin importar el evento o el día. Por ejemplo, un blazer monocolor puede transformar cualquier look, mientras que unos botines Chelsea aportan confort y estilo, funcionando tanto en días de lluvia como en cualquier otra situación. Los tonos neutros, como el negro, blanco y beige, predominan en este tipo de armario por su capacidad de combinar fácilmente entre sí. La estrategia no solo ahorra tiempo y espacio, sino que también supone un alivio para el bolsillo y el medio ambiente.
Leer noticia completa en El Pais.