La Comunidad de Madrid ha anunciado un ambicioso plan para renovar su flota de transporte público, enfocado en la sostenibilidad y la mejora de la calidad del aire en la región. Según fuentes oficiales, el gobierno regional invertirá más de 1.200 millones de euros en la introducción de autobuses eléctricos y de hidrógeno en los próximos cinco años, lo que representa el compromiso más grande hasta la fecha en la transición hacia energías limpias en el transporte urbano. Esta medida busca reducir las emisiones contaminantes en un 50% para 2030, alineándose con los objetivos europeos de sostenibilidad y respondiendo a las demandas ciudadanas de un aire más limpio en una de las ciudades más densamente pobladas de Europa.
Además de la renovación vehicular, el plan incluye la modernización de infraestructuras y la creación de nuevas instalaciones de carga para vehículos eléctricos. Se reforzará la infraestructura necesaria para garantizar un funcionamiento eficaz de estos nuevos autobuses, asegurando un acceso eficiente a puntos de recarga en toda la comunidad. Los funcionarios también han destacado la importancia de implementar una red de transporte que no solo sea ecológica, sino también tecnológicamente avanzada, con la incorporación de sistemas de inteligencia artificial para optimizar las rutas y mejorar la puntualidad. Este proyecto, que comenzará a ejecutarse a principios del próximo año, promete posicionar a Madrid como una referencia en movilidad sostenible en Europa.
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