El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado que el próximo lunes 7 de abril iniciará el cierre total del paso inferior que conecta la calle de Seseña con la carretera de Boadilla del Monte. Esta acción es parte del proyecto de soterramiento de la A-5 y la ejecución del Paseo Verde del Suroeste, con miras a demoler el subterráneo hacia finales de mayo.
A pesar del cierre, se mantendrá operativa la salida de la calzada norte de la A-5 en dirección a Boadilla del Monte. Para facilitar el acceso a los vecinos del barrio de Campamento, se habilitará un nuevo giro a la izquierda desde el ramal hacia la calle Carabias, anteriormente accesible solo desde el paso inferior que ahora se suprime.
Ya desde el 1 de marzo, con la implementación de una nueva glorieta en la avenida de los Poblados a la altura de la calle del Pilar, los conductores han podido usar rutas alternativas para incorporarse a la A-5 a través del enlace de Los Yébenes, la avenida del Padre Piquer y la avenida de los Poblados. Por su parte, el barrio de Aluche tendrá acceso habilitado mediante estas mismas vías y también a través de las calles de Allende y Villadiego, continuando por la calle Meliloto, para eludir la zona de obras.
Paralelamente, el mismo lunes 7 de abril se comenzará a construir un baipás para desviar el tráfico, con el fin de proceder a la demolición del paso inferior a mediados de mayo. Este desvío mantendrá el tráfico de entrada y salida de Madrid por la calzada norte de la A-5, donde la velocidad máxima se limitará a 50 km/h en la zona de obras, previsiblemente hasta finales de año.
En cuanto al transporte público, la línea 65 de la EMT Madrid verá alterada su ruta debido al cierre del subterráneo. Para servir al barrio de Campamento, su itinerario en dirección a Madrid se modificará con nuevas paradas en la carretera de Boadilla, y se incluirán tres paradas adicionales en el barrio de Aluche para fomentar el uso del transporte público.
El ambicioso proyecto del Paseo Verde del Suroeste y el soterramiento de la A-5 busca devolver el espacio ocupado por la autovía a los vecinos de los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas, reconectándolos con Campamento y Casa de Campo. Se estima que una vez concluida, la obra reducirá el tráfico en superficie en un 90%, beneficiando la calidad del aire con una significativa disminución de las emisiones contaminantes.
La nueva infraestructura subterránea comprenderá dos vanos y tres carriles por sentido, incorporando carriles bus-VAO con señalización variable para regular su uso según las necesidades del tráfico. Así, se priorizará la movilidad peatonal y ciclista en superficie, dando continuidad al bulevar de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer a lo largo de 3,2 kilómetros, mientras se asegura una vialidad reducida pero suficiente para el tránsito local y el transporte público urbano.