El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha emitido un fallo unánime rechazando la demanda presentada por el Gobierno de México contra varios fabricantes de armas estadounidenses, a quienes México responsabilizaba por facilitar el tráfico ilegal de armas hacia su territorio y contribuir así a la violencia perpetrada por los cárteles de la droga. El tribunal, compuesto por seis jueces conservadores y tres progresistas, determinó que la Ley de Protección del Comercio Legal de Armas (PLCAA) impide la demanda, al no poderse alegar de manera plausible que los fabricantes de armas facilitaran el tráfico ilegal. Las empresas demandadas incluyen a Smith & Wesson Brands, Barrett Firearms Manufacturing, Beretta, Glock, y Colt, entre otras.
El caso, que generó gran atención debido a sus potenciales implicaciones en la regulación de armas, cuestionaba si la producción y venta de armas en EE.UU. era directa responsable de la violencia sufrida en México. El fallo del Supremo se impone sobre la decisión del Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito, que había permitido que el caso avanzara. A pesar del revés, México no ceja en su búsqueda de justicia y ha abierto otros procedimientos, como una demanda contra cinco distribuidores de armas en Arizona, aunque el dictamen del Supremo podría influir en estos esfuerzos legales futuros.
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