Corero Network Security ha dado un paso audaz en la defensa cibernética con su nueva funcionalidad de SmartWall ONE, diseñada para contrarrestar ataques DDoS de capa de aplicación (L7) ocultos en tráfico cifrado. Esta innovación destaca por permitir detección en tiempo real sin añadir latencia ni requerir infraestructura adicional.
El objetivo es abordar un desafío crítico en la seguridad moderna: mientras la web se mueve hacia un uso casi universal de TLS, los ataques se esconden tras canales seguros, esquivando controles convencionales. Corero afirma que su solución es capaz de identificar y detener estos intentos sin incurrir en la inspección intrusiva que normalmente amenazaría la privacidad y el rendimiento.
Una de las características sobresalientes es la incorporación de inteligencia artificial junto con feeds en tiempo real para detectar y neutralizar ataques sin generar falsos positivos que puedan afectar la experiencia del usuario. Además, esta tecnología se despliega de manera integrada, evitando la necesidad de rediseños o costos adicionales en hardware.
La solución promete un impacto significativo para operadores y proveedores de servicios, quienes podrán ofrecer servicios premium de protección contra DDoS, incluso en entornos cifrados, sin complejidades añadidas. Las empresas también se beneficiarían al asegurar aplicaciones públicas en tiempo real, manteniendo la privacidad y el cumplimiento regulatorio sin comprometer el tiempo de actividad.
El carácter inline del sistema de Corero permite la utilización de telemetría y señales de comportamiento enriquecidas por IA, manteniendo la precisión sin necesidad de descifrar el tráfico, lo cual promete mitigar ataques rápidamente y preservar el rendimiento.
Es crucial observar cómo se mantendrá la precisión de esta solución sin descifrar, su interoperabilidad con WAF/CDN y el impacto en métricas operativas como latencia y tasa de falsos positivos.
En conclusión, para las organizaciones que enfrentan ataques L7 cifrados en TLS, esta innovación podría ofrecer una protección reforzada con menos sobrecarga, estableciendo potencialmente un nuevo estándar en un mundo digital cada vez más cifrado.
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