El líder norcoreano, Kim Jong-Un, ha reafirmado su compromiso de transformar Corea del Norte en una «potencia marítima avanzada», poniendo la soberanía marítima en el centro de la estrategia de defensa nacional del país. Durante una reciente visita a un astillero naval, Kim revisó el desarrollo de un submarino de propulsión nuclear y enfatizó la importancia de no permanecer como observadores pasivos frente a las actividades navales de sus «enemigos». En un mensaje emitido por la agencia oficial KCNA, resaltó que los movimientos constantes de activos estratégicos extranjeros representan una amenaza para la soberanía de Corea del Norte. Kim destacó su objetivo de modernizar radicalmente la marina del país, señalando que se ha establecido una sólida perspectiva para construir buques de guerra más poderosos en poco tiempo.
El mandatario ha insistido en que es crucial incrementar la capacidad de construcción de buques de guerra, impulsar la modernización de la flota y fortalecer el poder combativo de la Armada. Kim sostiene que sólo una fuerza naval potente puede garantizar la seguridad del país y respaldar el desarrollo normal de las industrias pesquera y económica. Además, subrayó que el mar es un «territorio inviolable» que asegura la dignidad y el prestigio del Estado. Esta declaración y maniobras navales coinciden temporalmente con los ejercicios conjuntos previstos entre Estados Unidos y Corea del Sur, programados entre el 10 y el 20 de marzo, momento en el cual la región se mantendrá atenta a las tensiones militares en curso.
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