Nadia El Bouromi, abogada de los hombres acusados de violar a Gisèle Pelicot mientras se encontraba sedada, ha generado controversia al publicar un video en redes sociales donde baila al ritmo de «Wake me up before you go-go» de The Wham. En el mensaje del video, El Bouromi parece desafiar a aquellos que intentan amordazar su discurso, lo que ha sido interpretado por muchos como una insensibilidad hacia la víctima. Dos días después, la letrada se disculpó, afirmando que no tenía intención de burlarse de Pelicot y que consideraba a la mujer como una víctima vulnerable. A pesar de su disculpa, la abogada ha sido criticada por utilizar las redes sociales para desacreditar a Pelicot y promover su libro, alimentando un debate sobre la ética y el papel de los abogados en los juicios de agresión sexual.
El comportamiento de El Bouromi ha suscitado un amplio rechazo de la comunidad jurídica y del público, que la acusan de revictimizar a Pelicot y de mezclar la justicia con la auto-promoción. Este caso resalta una tendencia preocupante donde los abogados de los acusados de agresiones sexuales utilizan estrategias de defensa que resultan en la humillación pública de las víctimas. A esta dinámica se suma el hecho de que figuras prominentes como Harvey Weinstein han contratado abogadas para defenderse, buscando una percepción más favorable ante los tribunales. La actuación de El Bouromi no solo pone en tela de juicio la ética de su defensa, sino que también plantea interrogantes sobre la mercantilización de la justicia y el espectáculo mediático en casos de extrema sensibilidad.
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