El gobierno de Donald Trump ha elaborado un plan para deportar a un grupo de inmigrantes desde Estados Unidos hacia Libia utilizando un avión militar, según informó el diario The New York Times. Aunque las nacionalidades de los deportados no se han revelado, se espera que el vuelo pueda partir mañana, a menos que surjan complicaciones logísticas, legales o diplomáticas. Estas acciones responden a una orden ejecutiva firmada por Trump que busca acuerdos internacionales para trasladar a solicitantes de asilo e inmigrantes con antecedentes criminales a terceros países. Además de Libia, Ruanda ha sido mencionada como un posible destino de deportación.
Por otro lado, países latinoamericanos como El Salvador, Costa Rica, Panamá y México han acordado recibir a inmigrantes que no son sus nacionales, como parte de la estrategia del gobierno de Trump para intensificar las deportaciones. En un reciente y controversial movimiento, más de 200 inmigrantes, principalmente venezolanos, fueron enviados a una cárcel en El Salvador bajo una ley antigua utilizada por el gobierno para deportaciones rápidas. Estas acciones han suscitado críticas y demandas legales debido a preocupaciones sobre derechos humanos. Libia, descrita por Amnistía Internacional como un lugar con condiciones infrahumanas, es un punto crítico de tránsito para migrantes que intentan llegar a Europa.
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