El magnate Elon Musk ha captado la atención durante los actos de toma de posesión del 47º presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debido a un gesto que muchos consideran alarmante. En el Capitol One Arena, donde diversas personalidades pronunciaron discursos, Musk realizó un gesto que se asemejaba al saludo nazi, generando controversia. El empresario se golpeó el pecho con el puño y luego extendió el brazo con la palma abierta hacia el público, repitiendo el gesto hacia los asistentes en el otro extremo del atril. Culminó la acción llevando su mano al pecho nuevamente y proclamando, «¡Mi corazón está con vosotros!», un comentario que los republicanos han utilizado para defenderlo, sugiriendo que se trataba de una metáfora de entregar su corazón al público.
El episodio no se ha tomado a la ligera, ya que el gesto se viralizó rápidamente, avivando la polémica en torno a la figura de Musk. Este no es el primer incidente controvertido relacionado con Elon Musk, quien ya tuvo que visitar Auschwitz junto al comunicador Ben Shapiro tras sus comentarios sobre teorías conspiratorias como el «gran reemplazo». Además, Musk ha mostrado recientemente apoyo al partido alemán Alternativa para Alemania, conocido por sus miembros con posiciones ambiguas respecto al nazismo. En el entorno de Donald Trump, donde su yerno Jared Kushner es judío, no hay sospechas de antisemitismo, pero el gesto de Musk añade una capa de complejidad a su ya controvertida reputación.
Leer noticia completa en OK Diario.