Sabiniano Gómez, un conocido empresario, dirigía un floreciente imperio de servicios sexuales en España. Durante años, sus negocios comprendieron varias saunas y establecimientos de alterne que operaban con relativa discreción. Sin embargo, esta fachada aparentemente intocable comenzó a resquebrajarse cuando una de sus saunas fue objeto de escuchas en el marco de la ‘operación Tándem’. Esta operación, que investigaba una red de corrupción policial, acabó salpicando a Gómez, exponiendo no solo sus negociaciones ilícitas, sino también su implicación en actividades delictivas más amplias.
Las grabaciones reveladas en la operación dejaron al descubierto encuentros y conversaciones que involucraban a altos cargos policiales, comprometiendo severamente la imagen de Gómez y sus negocios. Estos hallazgos no solo destaparon prácticas ilegales dentro del imperio de Gómez, sino que también evidenciaron la corrupción sistémica que se había incrustado en ciertos sectores de la policía española. Con estas pruebas, las autoridades tomaron medidas más contundentes para desmantelar la estructura ilícita y llevar al empresario y a sus colaboradores ante la justicia.
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