Francisco criticó duramente la gestión del gobierno al afirmar que en vez de destinar fondos hacia la justicia social, se emplearon para comprar gas pimienta. Estas declaraciones reflejan la creciente inconformidad con las políticas actuales y subrayan la importancia de priorizar el bienestar de la población más vulnerable sobre medidas de represión.
En un contexto de creciente tensión social, estas palabras de Francisco han resonado fuertemente en el entorno político y social del país. La compra de gas pimienta en lugar de invertir en justicia social es vista por muchos como una desviación de los principios fundamentales de apoyo a la ciudadanía, especialmente en un momento en que la desigualdad y las demandas sociales están al alza.
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