Un vuelo entre Santa Marta y Bogotá se convirtió en centro de controversia en redes sociales tras la expulsión de un pasajero y su hijo de cinco años, quien se negó a sentarse y ponerse el cinturón de seguridad, causando un retraso en el despegue. En un vídeo del incidente, una azafata explicó por megafonía que el cumplimiento de las regulaciones es obligatorio para iniciar el vuelo. Ante la resistencia del niño, los pasajeros corearon «¡Que se bajen, que se bajen!», lo que llevó a la salida del padre y su hijo, acompañados por personal de seguridad. El suceso ha desatado un intenso debate en redes, dividiendo opiniones entre la rigidez de la norma y la prioridad de la seguridad del vuelo.
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