El célebre cineasta Hayao Miyazaki ha sido involuntariamente colocado en el centro de una nueva controversia tecnológica, a raíz de los últimos desarrollos de OpenAI en inteligencia artificial. Sam Altman, CEO de OpenAI, introdujo la versión GPT-40 de su popular programa ChatGPT, que ahora permite a los usuarios generar imágenes de IA con un estilo artístico que puede recordar al distintivo enfoque visual de Studio Ghibli y la obra de Miyazaki, todo a través de comandos sencillos como «estilo Ghibli». Esta función, que no existe como un modo específico, ha causado revuelo en las redes sociales, donde los usuarios han utilizado la tecnología para transformar sus imágenes o incluso recrear eventos históricos con esta estética, avivando el debate sobre el uso de la IA en el arte.
El lanzamiento ha reavivado las discusiones sobre derechos de autor y el impacto de la IA en la industria creativa. Personalidades como el cineasta Nacho Vigalondo y el crítico cultural Randy Meeks han expresado su descontento, argumentando que el uso de la tecnología de OpenAI representa una degradación de la auténtica creación artística y una ofensa a la obra de Miyazaki, quien es conocido por su compromiso con técnicas tradicionales de animación. Mientras algunos defienden que la IA democratiza el acceso al arte, otros sostienen que banaliza el proceso creativo. Entre polémicas, OpenAI tuvo que restringir temporalmente el acceso al GPT-40 debido a la sobredemanda, intensificando el debate sobre la ética de la inteligencia artificial en la creación artística.
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