La reciente videoconferencia de Pedro Sánchez con las unidades españolas en misiones humanitarias y de paz ha generado una fuerte respuesta de indignación en Marruecos. Durante el mensaje navideño a las tropas, Sánchez apareció con un mapamundi de fondo que reconoce las fronteras conforme a la legalidad internacional, resaltando la separación entre Marruecos y el Sáhara Occidental. Este gesto ha sido interpretado por la prensa marroquí, habitualmente controlada, como una afrenta a la integridad territorial del país, al contrario de lo establecido en el acuerdo Marruecos-España de 2022, que buscó resolver tensiones derivadas del conflicto del Sáhara. La imagen ha reavivado el debate en Marruecos, donde medios vinculados a los servicios de inteligencia han recordado el apoyo español a la iniciativa de autonomía propuesta por Marruecos, posicionándose como la opción más viable para la resolución del conflicto saharaui.
Esta situación se da en medio de un período de estrechamiento de relaciones diplomáticas entre España y Marruecos, lo que incrementa las dudas acerca de las posibles repercusiones de esta «provocación», según la prensa marroquí. La controversia sobre el uso del mapa actualiza tensiones latentes, como las recientes decisiones unilaterales de Marruecos sobre el control del espacio aéreo del Sáhara Occidental. Ante esta coyuntura, surge la expectativa de si el Gobierno español deberá moderar su postura o enfrentar una posible crisis diplomática influenciada por las presiones internas de partidos pro-Polisario. Mientras tanto, los medios del país magrebí critican lo que consideran una instrumentalización del contencioso territorial con fines políticos, lo que contradice el «espíritu de cooperación» que, aseguran, debería guiar las relaciones entre ambos países.
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