En un impactante reportaje, se desvela la inquietante experiencia de dos madres de Madrid, quienes después de separarse de sus parejas, vieron cómo sus hijas fueron arrastradas a movimientos religiosos caracterizados por prácticas perturbadoras. Según el testimonio de estas mujeres, las jóvenes se encontraron inmersas en entornos donde el maltrato animal y las conductas coercitivas formaban parte del día a día, generando una atmósfera de manipulación y control extremo. Las madres, que decidieron alzar la voz para revelar esta alarmante situación, describen el profundo cambio que experimentaron sus hijas, quienes pasaron de ser adolescentes normales a individuos completamente absorbidos por estas sectas, lo que conforma un drama personal y social de gran magnitud.
El caso pone de manifiesto la vulnerabilidad de los jóvenes y la facilidad con la cual pueden ser captados por grupos que se aprovechan de momentos de crisis o confusión para imponer sus ideologías y prácticas. Las madres denuncian la falta de intervención oportuna por parte de las autoridades, lo que complica aún más los intentos por recuperar a sus hijas y revertir el daño psicológico infligido. Esta historia no solo remarca la importancia de estar alerta ante tales amenazas, sino que también plantea interrogantes sobre el papel del sistema legal y de protección de menores en España frente a situaciones de abuso y manipulación en entornos sectarios.
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