En una jornada de alta tensión en Los Ángeles, el senador Alex Padilla fue brevemente detenido tras intentar formular una pregunta en una conferencia de prensa de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional del gobierno de Donald Trump. Este incidente ocurrió en medio de la fuerte presencia militar desplegada en la ciudad, que incluye a 4,000 guardias nacionales y 700 marines, medida polémica que ha intensificado las protestas y disturbios en California. Durante la conferencia, Noem defendía las operaciones de captura de indocumentados que han resultado en más de 300 detenciones en la zona metropolitana. La intervención de Padilla, quien fue sacado a empujones por guardaespaldas y esposado por el FBI, se difundió rápidamente, generando un fuerte rechazo entre los demócratas y siendo calificada por el gobernador de California, Gavin Newsom, como un acto escandaloso y dictatorial.
Tras el encuentro, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, criticó a Padilla por su conducta, acusándolo de buscar protagonismo político. El senador logró una breve reunión con Noem después del incidente, mientras que el Departamento de Seguridad Nacional defendió la actuación del personal, alegando que Padilla no se identificó adecuadamente, aunque las grabaciones muestran lo contrario. El incidente ha despertado críticas intensas por parte de figuras políticas como Catherine Cortez Masto y Ben Ray Luján, quienes exigen la dimisión de Noem y acusan al gobierno de Trump de abuso de poder. Padilla, respaldado por otros demócratas, continúa denunciando la opacidad de las redadas y el tratamiento hacia los inmigrantes, afirmando que exigirán cuentas a la administración por estos actos.
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