La manifestación convocada este domingo por la Plataforma por la España Constitucional reunió a 25.000 personas en Madrid para protestar contra la corrupción del Gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, la concentración suscitó críticas al otorgar un trato preferencial a Alvise Pérez, un personaje controvertido y acusado de ser un «faker» a sueldo, especialmente al situarlo en una zona VIP. Esta decisión sorprendió a muchos asistentes, ya que el evento pretendía ser una demostración de resistencia ante la corrupción política, y Pérez ha sido señalado por recibir financiación de 100.000 euros por parte de un estafador de criptomonedas. La reacción del público se intensificó al considerar inapropiada la presencia de un individuo vinculado a tales escándalos.
Durante la manifestación, Pérez acudió junto a miembros de Concordia Real Española, una organización monárquica que apoya la figura de Juan Carlos I. Este colectivo también ha sido objeto de controversia debido a su intención de limpiar la imagen del Rey emérito, asociado a la utilización de cuentas opacas y otras prácticas cuestionables para ocultar su fortuna. En este contexto, resultó paradójico para muchos que una concentración, donde se coreaban consignas como «¡Sánchez, dimisión!» y «¡nuestro presidente es un delincuente!», diera espacio y visibilidad a figuras como Pérez y Concordia Real Española. Esta contradicción generó desconcierto entre los presentes y puso en entredicho los verdaderos objetivos de la organización del evento.
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