El enfrentamiento entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid en los octavos de final de la Champions League dejó una estampa insólita y polémica en la lotería de los penaltis, que terminó inclinándose a favor de los blancos. El momento más controvertido se produjo cuando Julián Álvarez, uno de los pilares del Atlético esta temporada, marcó un gol impresionante que no subió al marcador. El disparo potente y elevado de Álvarez, imposible para el arquero merengue Thibaut Courtois, generó una pausa desconcertante cuando el árbitro se llevó la mano al oído para recibir indicaciones desde el VAR, ante la incredulidad de los espectadores y la protesta de los jugadores del equipo local.
El motivo de la polémica anulación fue un resbalón casi imperceptible de Julián Álvarez que le hizo tocar el balón con el pie de apoyo antes de efectuar el disparo con su diestra. Este detalle técnico, detectado por los asistentes de video, resultó en la invalidación del penalti sin posibilidad de repetición. La decisión pesó en la moral del Atlético, que, ya con un penalti menos, no logró remontar a pesar del fallo de Lucas Vázquez por parte del Real Madrid. Finalmente, fue el error de Marcos Llorente, con un tiro que se estrelló en el larguero, el que selló el pase de los merengues a los cuartos de final, dejando al Atlético sumido en la frustración.
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