Durante el tradicional desfile del 12 de octubre en Madrid, los abucheos y gritos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han sido protagonistas una vez más. En un contexto marcado por varios escándalos, como los casos de Begoña Gómez y David Sánchez, así como las nuevas revelaciones de la trama Koldo, los asistentes desafiaron la intensa lluvia para expresar su descontento. A pesar de las vallas de seguridad situadas a 200 metros de distancia, los ciudadanos se hicieron escuchar mientras lanzaban proclamas como «¡Sánchez es Batasuna!» y «¡ladrones!». Este tipo de protesta se ha vuelto una constante en el evento, generando un ambiente tenso para el Ejecutivo socialista.
En un intento de minimizar el impacto de las críticas, Pedro Sánchez ha recurrido a diferentes estrategias a lo largo de los años. En 2022, su llegada tardía al desfile provocó que la comitiva real se viera obligada a hacer una pausa. Además, medidas como la eliminación de las gradas cercanas a la Plaza de Neptuno y la omisión del anuncio de su llegada por megafonía buscan reducir la atención hacia su figura. Sin embargo, los esfuerzos han sido infructuosos, pues los abucheos comienzan casi de inmediato tras su identificación por parte del público. Esta situación refleja el alto grado de descontento que una parte de la ciudadanía mantiene respecto a su gestión, mostrando la presión constante a la que se enfrenta el presidente en actos de gran repercusión social.
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