El presidente Joe Biden ha tomado una controvertida decisión al indultar a su hijo Hunter Biden, quien enfrentaba una posible pena de prisión por varios delitos federales. El indulto presidencial llega tras reiteradas promesas del mandatario de no usar su poder en beneficio de familiares, lo que añade más tensión política a un contexto ya complicado. Hunter Biden, acusado de mentir sobre sus antecedentes al adquirir un arma de fuego y de fraude fiscal, ahora queda exonerado de estas imputaciones. Este movimiento ocurre poco antes de que Donald Trump, su principal rival político, regrese a la Casa Blanca, lo cual podría haber influido en la decisión de Biden en este momento crítico. El indulto ha suscitado críticas, ya que el presidente había asegurado anteriormente que no interferiría en los procesos judiciales relacionados con su hijo.
En un comunicado difundido al final de un largo fin de semana festivo en los Estados Unidos, Biden explicó su decisión, alegando que Hunter había sido procesado de manera «selectiva e injusta» por motivaciones políticas, una justificación que resuena con las alegaciones similares hechas por Trump respecto a sus propios procesos judiciales. En el comunicado, el presidente subrayó que las adicciones de su hijo y su conocida historia de problemas con sustancias hicieron de Hunter un blanco fácil para los ataques republicanos. Además, Biden ha defendido que, a pesar de sus esfuerzos por no interferir, la «cruda política» había contaminado el proceso judicial contra su hijo. El caso de Hunter Biden ha sido una fuente de constante crítica política por parte de los republicanos, quienes además han usado sus actividades empresariales pasadas en Ucrania y China como ariete contra su padre. A pesar de años de escrutinio, no se han encontrado pruebas de que Joe Biden haya actuado de manera indebida.
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