En un contexto de creciente preocupación por la seguridad en la capital, los agentes de la policía municipal han elevado una solicitud urgente solicitando un incremento en el número de efectivos. Este reclamo surge a raíz de un aumento en las demandas de servicio que, según los funcionarios, no pueden ser atendidas adecuadamente con los recursos humanos actuales. Sin embargo, el Ayuntamiento parece no estar alineado con esta petición prioritaria, enfocando sus esfuerzos en procesos internos que contemplan el ascenso de un mando policial antes de que este llegue a su jubilación. Este movimiento ha generado descontento entre las filas de la policía, quienes consideran que la medida no responde a las necesidades operativas y urgentes de seguridad ciudadana que enfrentan.
Mientras tanto, el consistorio defiende su decisión argumentando que el ascenso de este mando experimentado fortalecerá el liderazgo dentro del cuerpo, promoviendo una estructura más eficiente y organizada. No obstante, la tensión crece en el ámbito policial, con voces que consideran que priorizar promociones internas no es el camino adecuado para abordar las demandas actuales del cuerpo policial. La situación plantea un dilema sobre cómo equilibrar el reconocimiento del servicio de sus miembros con la respuesta eficaz a las necesidades de seguridad pública, en un momento crítico para el municipio. El debate continúa, mientras el Ayuntamiento y los representantes policiales intentan encontrar un punto de consenso que permita avanzar en ambas cuestiones.
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