El nuevo director de la Agencia Valenciana Antifraude, Eduardo Beut, designado en julio por el PP y Vox, ha generado polémica al derogar el Código ético de la entidad y eliminar el Comité de Ética. Según una carta enviada al parlamento valenciano por María Luisa Cuerda, ex presidenta del Comité ético, esta decisión se tomó en circunstancias «anómalas» y sin una previa reunión con el comité, creado en 2022. Cuerda, junto a otros miembros del comité, había informado a Beut sobre denuncias de posibles infracciones graves antes de la derogación del código, lo cual induce a cuestionamientos sobre el proceso y la confidencialidad de los expedientes hasta la fecha.
Adicionalmente, la derogación del Código ético implica la desaparición del buzón de denuncias internas y la protección conferida por el Comité de Ética. En respuesta, la Agencia ha anunciado que se adherirá al código ético de las Cortes Valencianas, actualmente en elaboración. Si estos trabajos no se completan en seis meses, provisionalmente se utilizará el código de conducta de otros órganos estatutarios. La situación se agrava tras el polémico nombramiento de Beut, acusado de nepotismo y con un historial cercano al PP, lo que afecta a la credibilidad y transparencia de la Agencia. Beut también ha ejecutado ceses significativos dentro de la organización, removiendo a altos cargos vinculados al anterior director, Joan Llinares, intensificando así la controversia.
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