El macroincendio que se desató cerca de Jerusalén ha sido controlado, según el servicio de bomberos israelí. Este suceso provocó la evacuación de 8.000 personas y dejó a 40 civiles y bomberos heridos. Las autoridades informaron que se realizarán investigaciones para esclarecer las causas del incendio. Los bomberos expresaron su agradecimiento a todas las fuerzas que contribuyeron en la extinción del fuego, extendiendo sus deseos de un seguro Día de la Independencia. Las llamas afectaron 2.000 hectáreas, de las cuales 1.300 eran bosque. Neve Shalom fue el primer pueblo evacuado, con condiciones climáticas adversas que incluyeron sequedad y fuertes vientos.
En el operativo, se llegó a cerrar la autopista que conecta Jerusalén con Tel Aviv debido al peligro de las llamas, obligando a los automovilistas a abandonar sus vehículos. Aunque se detuvo a una persona con un mechero, aún no se ha confirmado su relación con el incendio. El jueves por la mañana, las autoridades lograron reabrir la carretera y los residentes pudieron regresar a sus hogares, que no sufrieron daños. Israel solicitó cooperación internacional para combatir el incendio, y mientras varios países ofrecieron ayuda aérea, fue un helicóptero de Chipre el que finalmente asistió en las labores de extinción.
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