Durante la temporada de alto riesgo de incendios forestales, que abarca del 15 de junio al 30 de septiembre, el Plan Especial de Protección Civil de Emergencia contra Incendios Forestales (INFOMA) desempeña un papel fundamental en la protección del medioambiente en la Comunidad de Madrid. En este periodo crítico, los vigilantes asignados a estas tareas permanecen en sus puestos de observación de forma ininterrumpida, desde las 11 de la mañana hasta las 9 de la noche, atentos a cualquier señal de fuego.
Estos profesionales, equipados con prismáticos, mapas y emisoras, conocen detalladamente el terreno que vigilan. En caso de detectar una columna de humo, se movilizan rápidamente para proporcionar al Centro de Coordinación Operativa de los Bomberos de la Comunidad de Madrid (CECOP) información precisa, incluyendo la localización exacta del incidente, la dirección e intensidad del viento y los accesos recomendados para los vehículos de extinción. Datos como el color del humo, que puede revelar el tipo de material que se está quemando, resultan también cruciales en su evaluación.
Las torres de vigilancia, ubicadas generalmente en montes y puntos estratégicos que ofrecen un amplio campo de visión, están distribuidas en varios municipios, incluyendo Alcalá de Henares, Arganda del Rey, y Cercedilla, entre otros. No obstante, en algunas áreas de alto valor ecológico, las torres prescinden de una visibilidad tan amplia para priorizar la cercanía a estos entornos vulnerables. Conjuntamente, seis patrullas diurnas y otras seis nocturnas recorren grandes áreas en vehículos todoterreno para complementar la supervisión terrestre.
El dispositivo INFOMA 2024, bajo la coordinación de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112), incluye un despliegue significativo de recursos humanos y materiales para combatir los incendios forestales. Con una fuerza que cuenta este año con 5.924 efectivos –149 más que en el año anterior–, se alcanza un nuevo récord en la cifra de personal involucrado. Esta fuerza combinada de profesionales y voluntarios tiene como objetivo no solo reducir el número de incendios sino también asegurar su pronta extinción. Y los números reflejan el éxito: en 2023, el número de incendios se redujo en un 60%, con un 84% de los incidentes quedando como simples conatos que afectaron a menos de una hectárea.
Además, dentro de las mejoras previstas, dos de los puestos de observación serán modernizados y reubicados para ofrecer mejores condiciones de acceso y visibilidad después de la campaña de verano. Las nuevas estructuras incluirán avances como la instalación de placas solares para la climatización, reflejando un compromiso continuo con la modernización y eficiencia del sistema de emergencia.
Este robusto esquema de protección no solo se centra en la respuesta inmediata, sino también en una estrategia preventiva integral que busca minimizar los riesgos de incendios forestales en la región.