La Generalitat de Cataluña ha eliminado murales históricos del Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat, lo que algunos interpretan como un intento de borrar aspectos de la historia común con España. Este acto recuerda la prohibición de las corridas de toros en 2010, que también coincidió con un momento de tensión política tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. La retirada de las pinturas, que representaban batallas significativas como las Navas de Tolosa y Lepanto, ha sido defendida por líderes independentistas como Pere Aragonès y Quim Torra. Sin embargo, estas obras históricas reflejaban la participación catalana en eventos de la historia española, lo que según críticos, muestra una distorsión de la historia por motivos políticos.
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