Los incendios en Los Ángeles (California), iniciados el pasado martes, han dejado un saldo devastador de 16 muertos, según las últimas cifras oficiales divulgadas este domingo. El médico forense del Condado de Los Ángeles informó que 11 de las víctimas corresponden al incendio Eaton, ubicado cerca de Pasadena y Altadena, mientras que las otras cinco perecieron en el incendio Palisades, el más extenso hasta la fecha. Este trágico balance ocurre en un contexto de intensas labores por parte de las cuadrillas de bomberos, que llevan seis días combatiendo las llamas. La situación se complicará aún más con el aumento de los vientos previsto para esta noche, dificultando el control de los incendios que han devastado unas 15.000 hectáreas y destruido aproximadamente 12.000 estructuras, incluidos vehículos.
El incendio Palisades, considerado el más destructivo, avanza hacia el este y amenaza zonas residenciales como Brentwood y Encino, donde residen conocidas personalidades. Jesús Ruiz, portavoz del condado, expresó su preocupación por el rápido avance del fuego hacia áreas altamente pobladas. A pesar de la gravedad de la situación, los bomberos han logrado avances significativos en el control de otros focos: el incendio Lidia está completamente controlado, mientras que Kenneth, Hurst y Eaton presentan un control del 80 %, 76 % y 15 % respectivamente. A medida que las autoridades y los socorristas enfrentan la magnitud de la catástrofe, la amenaza inminente de los vientos sigue siendo un desafío crítico para las operaciones de contención.
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