El Gobierno español está reforzando su compromiso con la alimentación saludable y sostenible en los comedores escolares mediante un nuevo Real Decreto, tal como anunció recientemente Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Durante una visita al Colegio Sant Jaume en El Prat de Llobregat, Barcelona, Bustinduy destacó que la normativa limitará el consumo de platos precocinados, como pizzas y empanadillas, a una sola ración mensual en las escuelas.
Este anuncio se produce en respuesta a preocupantes estadísticas reveladas por el Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria, que indica que el 32,9% de los comedores escolares sirven cuatro o más platos precocinados al mes. Bustinduy enfatizó que el propósito es alinear los menús escolares con los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), promoviendo comidas con productos frescos y de mayor calidad nutricional.
El Real Decreto no solo mirará por la mejora de la calidad de los alimentos, sino que además buscará abordar la desigualdad social reflejada en estudios como el Estudio Aladino, que vincula el sobrepeso infantil con el nivel socioeconómico. Para ello, la normativa incluirá la obligatoriedad de ofrecer comidas saludables y prohibirá bebidas azucaradas, asegurando la inclusión diaria de frutas y verduras. También se pondrá un énfasis en el uso de productos de temporada y ecológicos.
Para fomentar el consumo de alimentos locales y sostenibles, los centros escolares estarán incentivados a establecer circuitos cortos de producción. Además, se limitarán los ultraprocesados y se promoverán carnes, pescados, legumbres, y cereales integrales que cumplan con requisitos nutricionales adecuados.
En un esfuerzo por erradicar el consumo de productos no saludables, el decreto también establece restricciones para la venta de bollería industrial y bebidas azucaradas en máquinas vending y cafeterías escolares. Productos que superen los cinco gramos de azúcar por porción quedarán fuera de las escuelas. A esto se suma la prohibición de publicidad relacionada con estos productos en las máquinas y su instalación en áreas accesibles a niños de infantil y primaria.
Dicha regulación se presenta en un contexto donde un importante porcentaje de centros de educación secundaria actualmente no cumplen con los criterios de la OMS en cuanto a nutrientes, con un 68,82% de las máquinas vending y un 74,36% de las cafeterías infractores. Estos números representan un incremento en el incumplimiento desde 2021, según los datos más recientes.
Con esta iniciativa, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 busca no solo mejorar la salud infantil mediante la regulación de los comedores escolares, sino también establecer un precedente hacia la sostenibilidad y la reducción de la desigualdad socioeconómica en el acceso a una alimentación adecuada.
Fuente: Ministerio de Consumo