En 2023, el 8.5% de los ciudadanos de la Unión Europea (UE) entre 16 y 74 años empleó internet para participar en consultas en línea o votaciones relacionadas con cuestiones cívicas o políticas, tales como planificación urbana o firma de peticiones, de acuerdo con datos publicados por Eurostat. Este porcentaje refleja un incremento de 1.1 puntos porcentuales respecto a 2011, cuando la participación se situaba en un 7.4%.
Entre los Estados miembros, Estonia lidera la participación digital con un notable 26.6% de sus ciudadanos involucrados en actividades cívicas en línea. A este país le siguen Malta, con un 20.6%, y Finlandia, con un 16.4%. En contraste, los países con los niveles más bajos de involucramiento fueron Chipre, con solo un 2.2%, Eslovenia con un 3.5%, y Grecia, que alcanzó un 3.6%.
El aumento de la participación a través de plataformas digitales pone de manifiesto una tendencia hacia la digitalización de la actividad cívica en la UE. Estas herramientas en línea no solo facilitan el acceso, sino que también aumentan la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones públicas. Sin embargo, la variabilidad en los porcentajes de participación entre los países sugiere que existen diferencias significativas en la adopción de estas tecnologías, planteando preguntas cruciales sobre las barreras y facilitadores de este tipo de participación digital.
Los datos subrayan la necesidad de continuar promoviendo y facilitando el acceso a plataformas en línea, especialmente en aquellos países con niveles más bajos de participación. La creciente digitalización del proceso cívico ofrece una gran oportunidad para fortalecer la democracia y la inclusión, permitiendo que un mayor número de ciudadanos exprese sus opiniones y contribuya activamente al desarrollo de políticas públicas.
Las cifras revelan que la participación en decisiones cívicas mediante internet es una tendencia al alza en la UE. La considerable variación entre distintos países abre un interesante debate sobre las barreras y facilitadores que influyen en esta forma de participación digital. Sin duda, comprender y abordar estos factores será crucial para garantizar una participación más equitativa y representativa en toda la Unión Europea.