Un teléfono móvil que se calienta al estar conectado a la corriente puede ser motivo de preocupación, especialmente si esto sucede de forma recurrente. Es crucial desconectarlo de inmediato, retirar la funda protectora y colocarlo en un lugar bien ventilado para permitir que el calor se disipe de manera segura. Las altas temperaturas no deben tratarse con métodos extremos, como meter el dispositivo en el frigorífico, ya que esto podría provocar daños irreversibles. Entre las causas más comunes del sobrecalentamiento se encuentran los problemas de batería, que suelen acrecentarse con el tiempo. Usar cargadores y cables de mala calidad también contribuye a este problema debido a la inconsistencia en el flujo de energía que proporcionan.
Además, el entorno donde se carga el dispositivo juega un papel vital. Dejar el móvil en superficies blandas como sofás o camas cubiertas puede aumentar significativamente el riesgo de sobrecalentamiento. Para prevenir este problema, es aconsejable cargar el teléfono en lugares despejados y bien ventilados. Si a pesar de todos estos cuidados el problema persiste, puede deberse a aplicaciones ejecutándose en segundo plano que demandan recursos excesivos. En tales casos, realizar una copia de seguridad, seguido por un restablecimiento de fábrica, puede ayudar a mitigar el problema, así como eliminar aplicaciones innecesarias para mejorar el rendimiento general del dispositivo.
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