Cada vez más mujeres en España incorporan rutinas de belleza en su vida diaria, un hábito que va más allá de la simple aplicación de productos. La clave para obtener resultados eficaces radica en aplicar estos productos en el orden correcto, permitiendo una mejor penetración en la piel. Según la ingeniera y científica cosmética Ying Hösl, existe un esquema básico que puede beneficiar a todas, independientemente del tipo de piel. Este enfoque inicia con productos más líquidos como limpiadores y culmina con cremas más densas.
La limpieza facial es el primer y crucial paso, ya que elimina los residuos y prepara la piel para recibir los siguientes tratamientos. Después de la limpieza, el uso de un tónico (aunque opcional) puede ayudar a eliminar impurezas y preparar la piel para el sérum, producto que debe aplicarse tras limpiar o tonificar. Posteriormente, se recomienda el uso de una crema para el contorno de los ojos y, finalmente, la aplicación de una crema hidratante adecuada a la hora del día. Durante el día, no debe faltar la protección solar, esencial para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
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