A partir de los 40 años, muchas personas enfrentan un desafío común: el aumento de peso se vuelve más fácil y perderlo se convierte en una tarea más ardua. Según los nutricionistas, esto se debe a una serie de factores que incluyen cambios hormonales, pérdida de masa muscular y un metabolismo más lento. Estos cambios fisiológicos pueden conducir a un aumento en la acumulación de grasa, especialmente si no se ajustan los hábitos alimenticios y de ejercicio. Sin embargo, con la estrategia adecuada, es posible contrarrestar estos cambios y lograr un peso saludable.
Los expertos coinciden en que adoptar un enfoque equilibrado y sostenible es clave. Recomiendan mantener una dieta rica en nutrientes, priorizar proteínas magras, fibras y grasas saludables, y reducir el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados. Además, enfatizan la importancia de la actividad física regular, que no solo ayuda a quemar calorías, sino que también es crucial para preservar la masa muscular. También sugieren que pequeñas modificaciones en el estilo de vida, como dormir adecuadamente y manejar el estrés, pueden tener un impacto positivo en el control del peso. Con disciplina y cambios concienzudos, es posible alcanzar un bienestar duradero más allá de los 40.
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