Millones de españoles han experimentado recientemente la dolorosa vuelta al trabajo, devuelta aún más desafiante para las familias jóvenes que deben compaginar sus obligaciones laborales con los últimos días de vacaciones de sus hijos. Ayer, lunes, arrancó en la mayoría de los colegios de España el año lectivo 2024-2025, marcando una semana llena de emociones encontradas, especialmente para aquellos niños que están dando sus primeros pasos en la escuela infantil.
Plenamente conscientes de esta realidad, el equipo docente de GSD Educación ha propuesto una serie de consejos para que las familias puedan manejar la separación de padres e hijos en estos primeros días de colegio de la manera menos traumática posible.
Los profesores entienden lo desafiante que puede ser este momento y ofrecen valiosos consejos para ayudar a las familias. Con un poco de amor, paciencia y algunas sugerencias sencillas, los padres pueden ayudar a sus hijos e hijas a superar esta etapa de manera suave y menos angustiante para todos.
El primer elemento crítico es la comprensión. Iniciar la etapa escolar representa un cambio significativo en la vida de los niños. Es natural que sientan inseguridad, lo cual puede reflejarse en su comportamiento y en sus rutinas de alimentación y sueño. Por ello, es esencial que los padres validen estas emociones y les den el tiempo necesario para adaptarse.
El segundo punto es el diálogo. A los pequeños se les debe explicar la situación con cariño, hablándoles de lo que está ocurriendo y asegurándoles que aunque estarán en el colegio por algunas horas, los padres siempre volverán a recogerlos. Es vital mantener una conversación positiva sobre la escuela, retratándola como un lugar de descubrimientos y nuevas aventuras.
Dentro de este diálogo, la sinceridad es fundamental. Evitar mentiras es crucial; decirles a los niños que volverán enseguida o marcharse sin que ellos se den cuenta solo aumenta su angustia. La confianza es clave en esta nueva etapa.
Además, es importante mantener una actitud positiva y segura. Los niños son especialmente sensibles a las emociones de sus padres. Si los padres muestran seguridad y tranquilidad, los hijos percibirán lo mismo. De este modo, es recomendable dejar de lado las dudas y la culpa, afrontando el inicio del colegio con una gran sonrisa.
El momento de la separación debe ser breve pero dulce. No alargar la despedida ni utilizar el chantaje emocional. Un beso lleno de amor y una sonrisa confiada son la mejor manera de decir «nos vemos pronto». Es crucial que comprendan que la partida de los padres es parte de la rutina y que, aunque les cueste, la situación no cambiará si protestan.
Es también necesario que los cambios sean graduales. Durante este período, es aconsejable evitar introducir más cambios significativos en su vida, como dejar el pañal o cambiar de habitación. Es mejor esperar a que se sientan cómodos con esta nueva etapa antes de hacer más ajustes.
Finalmente, es esencial mantener una comunicación constante con los niños. Los padres no deben olvidar que están acompañados en este proceso. Cualquier duda o preocupación debe ser compartida con los tutores y educadores, quienes están ahí para apoyarlos.
