El Estadio de Mestalla se convirtió en un escenario de homenaje cargado de emotividad, en honor a las víctimas de las recientes inundaciones que azotaron varias localidades, cobrando la vida de 221 personas. En un ambiente lleno de simbolismo, los asistentes participaron en un profundo minuto de silencio al que le siguieron aplausos y el despliegue de una pancarta gigante que rezaba “¡Vamos Valencia!”. La Senyera, prestada por el Real Madrid, fue extendida sobre el césped por voluntarios del Banco de Alimentos. En un gesto de camaradería, el Valencia CF recibió al Betis en uno de los encuentros más solemnes de su historia reciente. La afición acudió vestida de negro y con las camisetas de la Senyera, en señal de duelo y apoyo a los más de sesenta municipios afectados por la tragedia.
El club valencianista, en un compromiso de solidaridad con los damnificados, organizó una serie de actos previos al partido, incluyendo un video homenaje y la participación de ochenta voluntarios que entraron al terreno de juego. Niños de escuelas asociadas al club entregaron un gran crespón negro a los capitanes de ambos equipos, marcando un momento de unión mientras se escuchaba el Himno Regional. Además, el Valencia jugó con una equipación negra que será subastada, y las ganancias del partido, junto a una donación igualada por Peter Lim, se destinarán a las localidades más afectadas. Demostrando su compromiso, el club facilitó el transporte a los socios afectados por la catástrofe para que pudieran asistir al emotivo homenaje. La jornada en Mestalla no sólo fue un evento deportivo, sino una clara muestra de solidaridad y apoyo a una comunidad en duelo.
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