En un emotivo acto celebrado esta mañana en el Centro Cultural Pérez de la Riva, el Ayuntamiento de Las Rozas conmemoró el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, una jornada establecida para recordar la tragedia vivida por millones de personas durante uno de los episodios más oscuros de la historia. Encabezado por el vicealcalde Gustavo Rico, el evento reunió a diversas personalidades relevantes, incluyendo a representantes diplomáticos y culturales, así como a jóvenes estudiantes del municipio.
Junto a las palabras de Rico, quien enfatizó la importancia de preservar la memoria del Holocausto para evitar la repetición de tales atrocidades, se dieron cita figuras como Yifaith Curiel, agregado de Cultura de la Embajada de Israel, y Ana Pellicer del Centro Sefarad-Israel. También participaron Natalia Cogut, directora de Comunicación de la Comunidad Judía de Madrid, y Patricia Weisz, presidenta de la Fundación Violeta Friedman e hija de una superviviente de la Shoá. La presencia de los descendientes de D. Ángel Sanz Briz, el diplomático español conocido como el «Ángel de Budapest» por su heroica labor al salvar a miles de judíos, añadió un emotivo toque de reconocimiento al evento.
Uno de los momentos más significativos fue el encendido simbólico de seis velas, representando los seis millones de vidas perdidas, seguido de un solemne minuto de silencio. La reflexión y el recuerdo se profundizaron con la proyección de la película «La Profesora de Historia», una oportunidad para que los presentes, incluidos alumnos de 1º de Bachillerato del IES Las Rozas 1, reflexionaran sobre las enseñanzas del pasado.
La jornada concluyó con las palabras de Patricia Weisz, quien subrayó la imperiosa necesidad de mantener vivo el legado de los supervivientes del Holocausto. «No podemos permitirnos el olvido», afirmó, instando a las nuevas generaciones a preservar la memoria colectiva para garantizar un futuro libre de odio e intolerancia.
La conmemoración en Las Rozas no solo sirvió para recordar a las víctimas, sino también para educar y sensibilizar a la comunidad acerca de los peligros de la indiferencia y el fanatismo, reafirmando el compromiso colectivo con los valores de humanidad y justicia.