La madre de un joven víctima de una brutal agresión se pronuncia con indignación tras conocer que tres de los cuatro atacantes ya están en libertad. En declaraciones desgarradoras, lamenta el sistema judicial, afirmando que «matar en este país sale casi gratis» y señala una falta de protección para las víctimas y sus familias. Su frustración se enmarca en un contexto donde la percepción de impunidad genera creciente preocupación social, cuestionando así la efectividad de las penas impuestas.
Este caso, que ha suscitado un intenso debate público, refleja el dolor y la impotencia de quienes sienten que el sistema falla en otorgar justicia. La madre insiste en que las víctimas no tienen derechos, alzando la voz no solo por su hijo, sino también por otras familias que comparten su sufrimiento. Las autoridades, por su parte, enfrentan exigencias de reformar las leyes para asegurar que los castigos se ajusten a la gravedad de los crímenes cometidos, poniendo en primer plano una demanda urgente por cambios institucionales.
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