El tráfico ilegal de fentanilo ha provocado un récord histórico de muertes por sobredosis en Estados Unidos, con casi 74.000 fallecidos en 2022. En respuesta, un grupo bipartidista en la Cámara de Representantes presentó el 10 de julio el «Stop Fentanyl at the Border Act,» destinado a combatir el flujo de esta droga a través de la frontera sur, asignando 5.000 millones de dólares para mejorar la tecnología y el personal en los puntos de entrada. Este movimiento se da en un contexto de crecientes esfuerzos diplomáticos y campañas políticas, a pocos meses de las elecciones de 2024, donde la crisis de opioides y la inmigración serán temas centrales.
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