En un reciente examen práctico de oposiciones que se llevó a cabo en Madrid, varios candidatos expresaron su malestar debido a lo que describieron como «errores de planteamiento y contenidos confusos». Los aspirantes sostienen que las preguntas del examen no correspondían con el temario anunciado previamente, lo que generó incertidumbre y frustración entre los participantes. La polémica ha escalado, con numerosas quejas formales presentadas ante las autoridades competentes, exigiendo una revisión del examen y una explicación por parte del tribunal encargado.
Las críticas también se centran en la falta de claridad en las instrucciones proporcionadas durante la prueba, lo que, según los opositores, contribuyó a aumentar la confusión y el estrés. El malestar provocado ha llevado a algunos candidatos a pedir la anulación del examen, argumentando que las condiciones no fueron justas ni equitativas para todos los participantes. Mientras se desarrolla la investigación sobre las irregularidades reportadas, el incidente ha puesto en tela de juicio el proceso de selección, generando un debate sobre la transparencia y eficacia de los procedimientos actuales de evaluación.
Leer noticia completa en El Mundo.