En una jornada marcada por enfrentamientos y tensión, la histórica marcha en conmemoración de la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968 desembocó en violentos choques entre manifestantes y policías en el Zócalo de Ciudad de México. La capital, resguardada para prevenir daños, fue escenario de saqueos, hogueras y enfrentamientos que escalaron con el uso de gas lacrimógeno por parte de las fuerzas del orden. Activistas encapuchados lanzaron objetos y petardos, mientras elementos policiales intentaban contener incendios y reestablecer el orden. La Brigada Humanitaria de Paz Marabunta intervino para apaciguar los choques y brindar atención a los heridos, mientras manifestantes lograron despojar de escudos y cascos a algunos agentes.
El Comité 68 Pro Libertades Democráticas lideró la manifestación, que reiteró demandas de justicia histórica y plena verdad sobre la masacre y la represión política en México. La marcha, reforzada por colectivos que exigen justicia por otros crímenes como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, reflejó un clamor social latente. Clara Brugada, jefa de Gobierno de la capital, rindió homenaje a las víctimas de 1968 y manifestó apoyo a la causa palestina, subrayando la posición pacifista de la ciudad y haciendo eco de una reciente protesta por la liberación de mexicanos detenidos en una flotilla capturada por Israel. Estas acciones simbolizan la interconexión de luchas por derechos humanos tanto a nivel local como internacional.
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