Un encuentro de fútbol juvenil en Andalucía, protagonizado por los equipos CD Vandalia y Motril CF de Granada, terminó en una violenta pelea que se extendió tanto en el campo como en la grada. La batalla campal inició luego de que un jugador del Vandalia agrediera a un futbolista del Motril, lo cual derivó en su expulsión tras la intervención del juez de línea. La situación escaló cuando el padre del futbolista expulsado reaccionó agresivamente hacia el linier, quien era menor de edad. Este incidente provocó una trifulca generalizada entre los espectadores presentes en el Estadio Municipal Antonio Bailón de Peligros, que incluso involucró la participación activa de algunos jugadores que abandonaron el terreno de juego para sumarse a la disputa en las gradas.
Ante el caos desatado a diez minutos del final del partido, el 112 de Andalucía recibió alertas, por lo que se activó un operativo de la Guardia Civil para restaurar el orden y asegurar la seguridad de todos los presentes. Como resultado, el partido fue suspendido definitivamente. A pesar de la gravedad de los enfrentamientos y la movilización de servicios sanitarios, no se reportaron heridos de consideración. Horas después del incidente, el CD Vandalia de Peligros emitió un comunicado condenando los hechos, afirmando que son contrarios a los valores de respeto y deportividad que promueven, y anunciaron la intención de tomar medidas legales y disciplinarias contra los responsables de este bochornoso episodio.
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