En un tenso y violento episodio en el Senado, el miércoles concluyó con el senador y presidente del PRI, Alito Moreno, golpeando al presidente de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña, tras la interpretación del himno nacional. La situación se intensificó cuando Moreno, tras ser invitado a volver a su curul por una discusión anterior, volvió a la mesa presidencial y desató una serie de empujones y golpes hacia Noroña. El enfrentamiento, captado en video, incluyó a Carlos Gutiérrez Mancilla, otro priista, quien también participó en la agresión, dejando a Emiliano González, camarógrafo cercano a Noroña, con lesiones visibles. En medio del caos, la diputada de Morena, Dolores Padierna, intentó intervenir sin éxito, mientras los gritos de otros legisladores intentaban calmar la situación.
La sesión, calificada posteriormente por Noroña como “un debate duro”, fue incendiada aún más con el discurso de la senadora panista Lilly Téllez, quien criticó abiertamente al partido Morena, solicitando intervención estadounidense en temas de crimen organizado. Sus declaraciones provocaron un fuerte abucheo, al ser respaldada por PRI y PAN, mientras era rechazada por los oficialistas que la tildaron de «traidora». En respuesta al conflicto físico, Noroña anunció que interpondrá denuncias por las agresiones sufridas, subrayando su edad y criticando el uso de la fuerza desmedida por parte de Moreno. Este acusó a Noroña de «cobardía», alegando que el incidente se debió a su mal comportamiento con una senadora presente, aunque el fondo del conflicto parece haber tenido raíces más profundas y acumuladas.
Leer noticia completa en El Pais.