Hace un año, España reconoció oficialmente al Estado de Palestina, coordinándose con Irlanda y Noruega, lo que desató la ira de Israel y un deterioro notable en las relaciones bilaterales. Este miércoles, en el primer aniversario de aquel reconocimiento, el gobierno español reafirma su postura y ha intensificado sus esfuerzos para presionar a la comunidad internacional y sumar más países a su causa, buscando que Israel detenga su ofensiva en Gaza. En una reciente reunión del Grupo Madrid +, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, propuso suspender el acuerdo de asociación entre la UE e Israel y establecer un embargo de armas. En medio de estos esfuerzos, España se ha consolidado como un firme defensor de la solución de dos Estados para resolver el conflicto en Oriente Próximo.
El compromiso de España con la causa palestina ha sido constante a lo largo del año. El presidente Pedro Sánchez ha abogado por la paz y la justicia como fundamentos de su estrategia, incluso participando activamente en encuentros como la cumbre de la Liga Árabe, donde se comprometió a propulsar una resolución conjunta para detener el conflicto y facilitar la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. A pesar del apoyo a la causa palestina, España enfrenta críticas internas tras revelarse contratos de compra de armamento con empresas israelíes, algunos firmados tras el inicio de la guerra en Gaza. Esta dualidad complica la postura del gobierno, que también impulsa legislaciones para embargar el comercio de armas con países implicados en crímenes de guerra, un movimiento que refleja el complejo equilibrio entre sus compromisos diplomáticos y comerciales.
Leer noticia completa en El Pais.